viernes, 18 de febrero de 2011

Escenas de la vida familiar (Vol I)


Mi esposo come con buen apetito, aunque siempre me dio la impresión que lo hace con demasiada calma. No se porque, y jamás se lo hice notar tampoco. La mayoría de la gente, especialmente los hombres que conozco, más que comer diría que devoran. Se engullen un bocado tras otro, sin respirar siquiera. Pero el no. Por momentos me resulta exasperante. Todo le toma su tiempo, parsimonioso y prolijo.

Termine de prepárame un té y me senté a la mesa frente a el. Yo cene hace más de una hora, porque últimamente se queda hasta tarde en la oficina, y hoy no fue la excepción.

Levanta la vista del plato y la posa sobre mí, aunque tengo la sensación de que en realidad no me esta mirando, es como si mirara a través de mí; como si fuera un fantasma.

Menea la cabeza y empieza a hablar. Algo sobre su jefe y Ramírez. Una pelea o algo por el estilo, pero no le presto atención.

Se limpia la boca con una servilleta de papel, la hace un bollo y la tira de mala gana sobre la mesa.

¿Me estas escuchando?- pregunta

¿Qué? –

¡¿Que si me estas escuchando?!-

…No… -

Tira los cubiertos sobre el plato. Se rasca la cabeza y pregunta si queda más. (Todavía no termino su porción…) Le digo que si, pero que es para su hijo. Vacía su vaso de un trago y se sirve mas vino.

… ¿Y porque no me estabas escuchando?-

-…Pensaba en otra cosa-

-Qué raro-

-¿Que raro qué?- pregunto mientras voy en busca del paquete de cigarrillos que había dejado sobre la mesada

- ¿Pensando…? – Contesta riendo- Creí que ya habías perdido ese tipo de capacidad…   -

Encendí uno de los suyos y expulse el humo con violencia. Pensé en contestarle, pero no estaba de ánimo como para comenzar una discusión sin sentido.

Un rato después llego Nicolás. Nos saludo y se sirvió lo que quedaba de comida. La calentó, y se sentó junto a mí. Ya era casi medianoche; así que los bese en la mejilla, y me fui a acostar.

La mañana siguiente desayunamos los tres juntos después de mucho tiempo, y luego nos fuimos al hospital. Nicolás y yo; Jorge no. Otra vez tenía que trabajar. Hace mas de un mes que esta internada, y el solo la visito dos veces. Ella ya ni pregunta por el.

Julia sigue estable. Nos dijo el doctor que no hay nada de que preocuparse. Esperamos que así sea.

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