lunes, 14 de noviembre de 2011

Mujeres al Sol

Se coloco bronceador sobre sus antebrazos y lo esparció continuando por su torso y abdomen, luego, miro a su amiga que estaba acostada sobre una lona y dijo

·         Después necesito que me pases un poco por la espalda

·         Cuando quieras -  contesto

Tomo un poco de agua y se mojo la cabeza. El sol rajaba la tierra y ellas en su terraza sin perderse ni uno solo de sus rayos. Faltaban solo dos días para el casamiento de Ana, y la palidez no era una buena compañera para semejante acontecimiento. Cerró los ojos y se acomodo en la reposera. Su amiga seguía de espaldas e inmóvil, parecía dormida

·         Clau, ¿Te dormiste? – pregunto

·         No Silvia, no estoy dormida, solo intento relajarme un poco. ¿Puedo?-

·         Si, como no, perdón, no te quería molestar –

Abrió los ojos. La botella estaba casi vacía. Fue hasta la canilla y la volvió a llenar. Cuando volvía vio a su amiga acostada cómodamente en su reposera. Se tiro sobre la lona. Estaba molesta pero no tenía intención de discutir. Le ofreció agua pero no respondió. Pensó que ahora si estaba dormida. Cuando se acostaba, su amiga se levanto de la reposera y dijo que se iba.

·         ¡¿Qué te pasa?! – le pregunto - Estas rarísima…

·         Nada – respondió – Me tengo que ir, me acorde que tenia que juntarme con Andrés, mi compañero de la facu, ¿No te hable de el?... –


·         La verdad es que no me acuerdo, pero puede ser…-

·         Estoy segura que si- la interrumpió y se llevo una mano a la boca – pero vos últimamente estas en las nubes y no me prestas demasiada atención –


Su mirada no podía disimular su dolor y su bronca, pero se quedo callada. Su amiga se coloco la ropa sobre la bikini que llevaba puesta, miro su reloj y le dijo

·         ¿Me abrís? ya se me hizo tardísimo…

·         La verdad es que no te entiendo…- le dijo -  hasta hace un rato querías tomar sol, ponerte bien para lo de Ani, y ahora de golpe salís con toda esta historia… Si te pasa algo es mejor que me lo digas…


·         No me pasa nada – respondió tajante – Tengo tantas cosas en la cabeza que me olvide de decirle a este chico que lo dejábamos para otro día. Eso me pasa, tengo diez mil cosas en la cabeza, pero con vos no me pasa absolutamente nada

·         Bueno… espero que no me estés mintiendo, porque yo te noto bastante extraña

·         ¿Acaso nunca tuviste un mal día?... ¿Como puedo estar si vengo a tomar sol, relajarme un rato, y vos a cada rato me estas preguntando si estoy dormida… si quiero agua, si esto o lo otro? – volvió a mirar su reloj y continuo amargamente –…Y encima, después me acuerdo que deje plantado a un compañero de la facultad…. No quiero discutir, en serio… solo tengo un mal día, y se que lo mejor es que me vaya ¿Me abrís? Por favor, dejemos las cosas así –


·         Bueno, no te entiendo, - meneo su cabeza y continuo, su voz estaba cargada de angustia - pero te dejo tranquila, igual después vamos a hablar, porque yo siempre te trate bien y no me gusta escucharte decir que yo no te deje relajarte, etc., etc., vos fuiste la de la idea de venir, y ahora me salís con todo esto… -

·         Por favor – le suplico llevándose las manos a la altura del pecho en posición de rezo – dejemos las cosas así, después si queres hablamos, no hay problema, te pido disculpas si te ofendí, pero bájame a abrir –

·         Esta bien -  dijo tomando el bronceador y entregándoselo en la mano- Pero primero necesito que me pases un poco por la espalda -

Cuando termino, la acompaño hasta la puerta y luego volvió a la terraza, a tomar el resto del sol que a aquel día le quedaba.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Días...

Hay días en los que no soporto absolutamente nada. Solo quisiera pegarme un tiro y dejar de existir. Son días en los que me sobrepasa la angustia y desazón que contagia este mundo infeliz. Pero a la vez hay otros en que me alegro de estar vivo… Y creo que en eso esta la verdadera esencia de ser humano. La contradicción constante de querer y no querer, tener y dejar de tener; soñar, añorar, para luego cuando nos llegue la hora morir. No sin antes intentar vivir, de la mejor manera posible.

martes, 26 de julio de 2011

Soledad

Más allá de la compañía, siempre estamos solos. Con nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones. Con nosotros, solos

miércoles, 6 de julio de 2011

Ménage à trois

La chica vestía de rosa, y el muchacho unos jeans oscuros y una camisa de franela azul. No tenían más de quince o dieciséis años. El sol del atardecer caía sobre sus rostros mientras se besaban para sellar su encuentro. Luego, el acerco sus labios y le murmuro algo al oído. Ella respondió con su radiante sonrisa y lo tomo de la mano. Caminaron hasta la esquina y cruzaron la calle.

El semáforo cambio de rojo a verde en un suspiro, mientras la mujer del viejo fiat duna bordo pisaba el acelerador a fondo, sin prestar demasiada atención a su camino.

jueves, 23 de junio de 2011

Tarde o temprano...

Durante muchos años de mi vida (mas de la mitad para ser exacto) le he temido a la muerte. Un miedo irracional, al cual creo que muy pocos podemos escapar. Pero un día entendí que no tenía sentido temerle; ya que la muerte siempre esta cerca. Si cada paso que damos, es en dirección a ella.

viernes, 10 de junio de 2011

(...)

El brillo de tu ausencia devora mis horas de plena conciencia. Y las lágrimas se confunden con el mar, como toda el agua de esta tierra.

jueves, 19 de mayo de 2011

Despertares

Todo lo que toca el hombre lo destruye, o lo corrompe. Es inevitable, no le busquemos la vuelta a algo que no la tiene. Egoísmo, ambición, soledad, y el mundo sigue tan seguro de si mismo, que solo produce malestar. Todo lo que el hombre piensa se convierte en sufrimiento. No pensemos, solo dejémonos llevar. No sancionemos mas leyes, simplemente cumplamos con las que realmente deberíamos cumplir. Perdamos el tiempo por alguna buena razón.

Seamos sinceros. Hoy nos mueve el odio, el amor, el morbo, el dolor, o la obsesión.
Dejemos a la mentira al costado del camino y mostrémonos como somos. Sin maquillaje, ni caretas. Que cada cual sea quien es.
 
(Despertar es lo que duele. Verse inerte ante tal nefasta realidad)